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Arquitectos: Estudio MMX
- Área: 2242 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Dane Alonso
El proyecto del nuevo Museo de Geología (Progreso, Yucatán) está planteado, a la vez, como un elemento cultural y un elemento de espacio público, desarrollados como un único proyecto. Las distintas partes del programa se relacionan entre sí y con el contexto a través de diferentes condiciones espaciales, transiciones y ambientes en el espacio abierto.
Situado frente a la costa, y cerca del muelle de aduanas de Progreso, el museo se compone de un conjunto de volúmenes de diferentes alturas organizados por una retícula ortogonal. Estos elementos operan tanto individual como colectivamente, creando espacios habitables en el interir de los volúmenes, espacios de tránsito y pausa sombreados y ajardinados y desarrollan una cubierta ajardinada que puede recorrerse, públicamente en diagonal, de esquina a esquina por encima de los espacios del museo.
A nivel de calle, la plaza que ocupaba el sitio previamente, se transforma y se reorganiza flanqueando un corredor central que cruza el proyecto de norte a sur, y por el cual se puede acceder tanto a los espacios interiores como llegar al malecón y ver el mar. Este corredor se extiende espacialmente sobre toda la plaza, delimitando los prismas de distintas alturas que ocupan el sitio y permitiendo el tránsito y el paso del viento a través de una retícula de corredores públicos.
El diseño de los volúmenes y su disposición en el espacio público genera recorridos acompañados de luz, sombra y vegetación, brindando a la plaza de un nuevo carácter rico en sorpresas y experiencias espaciales que evocan ideas de la arquitectura maya, al mismo tiempo que recuerdan las trazas urbanas de la colonia y la tradición del solar maya.
El espacio urbano se extiende a las cubiertas comenzando a nivel de calle desde dos esquinas opuestas del edificio; mientras los volúmenes habitables aumentan de nivel progresivamente, lo hace también el recorrido generado sobre ellos. A modo de terrazas acompañadas de jardines suspendidos, estos caminos superiores se entrelazan para ofrecer nuevas experiencias y vistas desde distintas alturas sobre el sitio, así como para conectar el espacio cultural con el espacio urbano.
Adicional al carácter público del proyecto, el programa propio del museo se divide en espacios de exhibición exteriores e interiores. Los jardines y patios públicos albergan parte de la experiencia museográfica, mientras que las exhibiciones interiores toman lugar en un conjunto de prismas que ocupan la esquina sur-oeste de la plaza; ocho volúmenes que pueden ser subdivididos de acuerdo a los requerimientos de exhibiciones permanentes, temporales o eventos.
Esta sección es servida por un volumen de oficinas, un volumen de espacios de investigación y catálogo, y uno destinado a bodega. La cafetería y talleres del museo no forman parte de los espacios de servicio del museo con la finalidad de darle servicio a todo público y a toda la plaza, permitiendo conectar las distintas actividades que fomenta el proyecto y vincular la oferta espacial y de servicios del museo con las dinámicas urbanas y cotidianas de la ciudad y sus habitantes..
Los arcos en ángulo, y el carácter monolítico y escalonado de los volúmenes, sugieren o hacen un guiño a la antigua arquitectura maya, así como los cuerpos de agua que acompañan los recorridos públicos hacen eco de otras estructuras naturales de la región. La materialidad del museo, cubierto en su totalidad en chukum (un acabado natural de origen maya), asegura su durabilidad y bajo costo de mantenimiento ya que se produce localmente, es accesible y es naturalmente resistente al agua.
El museo sintetiza en arquitectura de corte contemporáneo diversas lecturas del sitio y sus pre existencias, transformando la plaza anterior en un nuevo espacio público, estructurado, sombreado y apropiable para la gente de Progreso.